Finalmente, Sebastián Ortega decidió romper el silencio y hablar sobre la relación de su ex pareja, la modelo Guillermina Valdés, y el popular conductor de ShowMatch, Marcelo Tinelli.
"Me enteré de la relación por mi mamá. Porque la llamaron a ella. Pero más allá de quién me lo dijera, fue una sorpresa. No lo esperaba. Cosas que pasan, para desgracia de unos y sorpresa de otros", le contó a la revista Gente. "La verdad cuando me llamó mamá, pensé que le había pasado algo a papá. Porque el tono de mi vieja fue: '¿Estás sentado?'. Cuando me dijo 'me llamó Guillermina, está saliendo con...', si bien fue un shock, me alivié por papá", recordó.
"Después lo llamé (a Tinelli), porque soy un hombre y me gusta que las cosas se hagan de frente. Lo encaré y lo mandé a la mie... Si hay algo tan importante para comunicar o me siento traicionado, yo voy a ser el encargado de levantar el teléfono y decírtelo; no voy a mandar a nadie", agregó. "No llegó a ser una charla. Somos tan distintos como personas que no pudo surgir nada. Fue un ida y vuelta de dos o tres contestaciones. Dije lo que tenía que decir y corté".
Por otro lado, Ortega negó que su enojo haya estado relacionado a algún tipo de asunto pendiente con su ex. "No hay una cuestión de celos: mi relación con Guillermina estaba terminada. Simplemente fue por una cuestión de códigos", explicó. "Nunca invitaría a salir a Araceli González o Paula Robles. Nunca. Porque soy fiel a esos códigos. Pertenezco a un medio muy chico, donde tengo que convivir con gente a la que respeto. Por ejemplo, a Adrián Suar le tengo respeto, más allá de que no sea mi amigo", ejemplificó el ideólogo de "Graduados"
"Cuando lo supe fue sólo un par de semanas en las que quería sacarle siete puntos de ventaja en el rating. Después uno vuelve a la realidad y, más allá de que se siga hablando en los medios, para mí es un caso cerrado", confesó. LA GACETA©